Siempre hace buen tiempo

La tienda de la Eufrasia

La señora Eufrasia ha abierto su tienda. Ha sacado manzanas, calabazas y tomates a la puerta de su casa, y se ha puesto a vender al sol, sin más publicidad ni más marketing que el vivo color de su mercancía, su abierta sonrisa y su atiplada voz pregonera. Acribillados de reclamos, no respiramos en la gran ciudad. La mercadotecnia se ha convertido en una carrera a ver quién engaña más. Basta con leer la letra pequeña de los anuncios de bancos y compañías telefónicas. Siempre pagas más de lo anuncian, si es que no tienes que habértelas con una máquina virtual que no te contesta o te da plantones después de cobrarte la llamada. ¡Ay, me quedo con la tienda rural de la señora Eufrasia, con su cháchara al caer  la tarde, su distendida manera de vender los humildes frutos que ha cultivado con mimo en el huerto de atrás, su modo de regatear y dejar pasar el tiempo! ¿Acaso comprar y vender no es un rito entre seres humanos?

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.