Respecto a las disquisiciones sobre inmanencia y trascendencia, el Uno y el múltiple, encuentro este poema de Rumi. Genial la imagen de la araña que teje con la saliva de los pensamientos. En cuanto se habla de Dios, lo estropeamos. Es como querer explicar un poema o diseccionar una flor
¡Oh, el que se compromete
con esto y aquello sin trascender el Ser!
¿Sin ponerte fuera del camino,
qué esperas hacer?
Deja de hacer una red, como una araña
con la saliva de tus pensamientos.
Es tan endeble, tan frágil.
Devuelve cualquier cosa que te haya dado el pensamiento.
Observa al Rey.
Busca Su favor, que se te ha dado
sin pensamiento.
Si no hablas, tu palabra será la de Él.
Si no tejes, Él te tejerá.