FLOR, AGUA, BRISA
Para la flor el tiempo se escabulle,
fallece su color en un instante
como el regalo gratis y acuciante
que dispensa la vida cuando fluye.
Para el río el agua se diluye
en su pulir la piedra itinerante
y va a morir al mar como un amante
que en su abrazo la anula y la destruye.
Para mi ser la vida es una brisa
que en el nacer me sopla amablemente
me derrumba, me salva, me enloquece
y convertida en viento de repente
me anega en una lágrima, una risa
hasta besar el Mar eternamente.
Pedro Miguel Lamet
Foto: Río Urola (Guipúzcoa). ©PMLamet
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