Siempre hace buen tiempo

Resucitar a la presencia

RESUCITAR A LA PRESENCIA

Si me miro en el fondo de mí mismo
sin dejar que mi yo se me interponga,
ni el triste pensamiento me proponga
toda la vaciedad del propio abismo.

Si busco sin buscar con heroísmo
la luz secreta que de Ti prolonga
ese amor que ya soy, haz que me imponga
sumergirme contigo en tu bautismo,

que es nacer otra vez a la alegría
de saberme pequeño como un niño,
tan grande como el mar en su querencia

y navegar tan solo en el cariño
de ese Dios que embriaga el alma mía
por la resurrección de la presencia.

Pedro Miguel Lamet

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