Bella escultura la de esta ciega que mira al cielo y está punto de caer. Es como una metáfora de muchas circunstancias de nuestra vida, porque, aunque tengamos del don de la vista, con frecuencia nuestra mirada es incapaz de ver el camino que nos lleva a la Vida. Sobre esa ceguera y esa vida escribió Leopoldo Panero un hermoso y breve poema titulado “Las manos ciegas”.
Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
y le enflora y verdea.
Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin Tu amor, sin Ti vacío,
en la noche Te busca,
le siento que Te busca, como un ciego,
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y de alegría.
Muchos miran y no ven. Porque con los ojos del alma es despertar, taladrar la apariencia, tocar la verdad desde dentro, donde poseemos sin saberlo la auténtica visión, una maravillosa centella de la Luz Total.
Pedro Miguel Lamet
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Despertar,taladrar la apariencia tocar la verdad desde dentro muy hermoso Es un don de Dios, que da cuando quiere y como quiere, solo queda silenciar. vaciarse y esperar. Gracias Un abrazo