Siempre hace buen tiempo

Dirección prohibida

 

 

La naturaleza juega con el hombre. A veces de forma trágica, como los recientes tsunamis y huracanes y como respondiendo al mal trato que le damos. o porque sus fuerzas no son controlables por la mano humana. Quizás también para recordarnos que somos pequeños. Otras, como en el caso de esta foto, de forma bella, dulce y hasta irónica, modificando el paisaje y haciéndonos pensar sobre nuestras prescripciones y discos de dirección prohibida. La nieve le ha puesto un gorrito de Navidad al disco de tráfico para que nos riamos un poco de nuestro mundo superseñalizado, invadido de automóviles, cinturones de seguridad, semáforos, carteles de propiedad privada y prohibiciones mil. Y así recordemos de una vez que la venida de Jesús al mundo es una llamada a la libertad y una ruptura de todos los códigos ante el único mandamiento del amor. En el caben todos, negros y blancos, listos y tontos, santos y pecadores, con papeles o sin ellos. Y no hay gobierno, ni ayuntamiento, ni estatutos, ni verjas, ni alambradas que puedan impedir esta explosión de cercanía y abrazo.

 

 

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