Reconozco que me ha salido cursi la foto. Parece una postal de esas que venden junto a la playa en los puertos de mar. Pero no está tan mal, si se tiene en cuenta que no avisé a la pareja para que posara, y que el amor siempre tiene algo de puesta de sol A mí esta foto me evoca la doble índole de fugacidad y fuego del amor. “Por lo que tiene de fuego suele apagarse el amor”, dice Tirso de Molina en “La villana de la Sagra”. Pues bien casi prefiero aquella otra: “La distancia y las dificultades son como el viento que apaga a los fuegos pequeños y a los grandes aviva”. En realidad amor es lo que queda cuando pasan la puesta de sol, el verano aquel, el romanticismo, la pasión, el sexo, la belleza física, la juventud y hasta la vida. El amor de veras permanece dentro aunque desaparezca su espejo, el ser amado.
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