¡CÓMO SUENA TU NOMBRE! No hay nada que resuene como el nombre de labios del amado, de tal suerte que resucite el alma, te haga fuerte, te toque las entrañas y te asombre, herida de dolor, cuando aquel hombre, jardinero del huerto de la muerte, hizo vibrar el aire frío e inerte y te llamó “María” sin renombre. ¡Oh qué riada de recuerdos vino hasta anegar de sueños el momento y estrechar en sus pies esa presencia que es abrazar lo humano y lo divino! Tu Rabboni desenterró la ausencia y nuestro amor cristalizó en el viento. Pedro Miguel Lamet ¡Feliz Pascua a todos!by