Besada por la luz, entraña clara
con que mira hacia el mar la bailarina
vestida de sus olas, capitana
desde el puente del sol de la bahía.
Estallido de cal en la que danzan
las palmeras y el viento que te admiran,
cantándote alegrías gaditanas
desde el Puerto a la Torre de Tavira.
¿Quién dejó para siempre tu sonrisa
en pos de otros menires y otras tierras?
¿Quién se olvidó del alma de tu brisa
para dejarte sola en tu tristeza?
Desterrado del mar y de tu calma,
pone rumbo hacia ti la barca mía:
Hoy te añora mi verso en lejanía,
Cádiz que no se borra de mi alma.
(De Como el mar a la mar, 1995)
by