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Daily Archives: 7 noviembre, 2022

“Con esta novela pretendo poner un gramo de reconciliación, de serenidad”

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ en DIARIO DE CÁDIZ

El escritor y jesuita Pedro Miguel Lamet (Cádiz, 1941) revisa en su novela histórica Las trincheras de Dios (Ediciones Mensajero) lo ocurrido en la Guerra Civil partiendo de la figura de Fernando de Huidobro, jesuita como él que murió en el campo de batalla mientas auxiliaba a los heridos y que protestó ante Franco por sus fusilamientos. La obra se presenta el miércoles 9 de noviembre, a las 19.00 horas en la Fundación Cajasol de Cádiz, con la presencia del catedrático Manuel Bustos.

–¿Qué le ha motivado a escribir esta novela histórica sobre la Guerra Civil?

–Es muy claro. En un momento en el que estamos con la revisión histórica de esa época, yo pretendía poner un gramo de reconciliación, de serenidad, en las nuevas trincheras intelectuales que tienen enfrentados a los partidos y con ello también a los españoles; a veces de forma simplista o revanchista. Como dice la protagonista de la novela: “Mi investigación me ha llevado a clarificar algunas ideas; la guerra de España fue la mayor equivocación de nuestra historia, donde todos tenían sus razones, pero en la que al mismo tiempo todos tuvieron su parte alícuota de culpa”. El pueblo fue la mayor víctima de esta catástrofe, y al mismo tiempo se vivió la mayor persecución religiosa de Europa en el siglo XX.

–La figura central elegida es el jesuita Fernando de Huidobro.

–Sí. Su figura histórica es para mí muy importante porque es un hombre que quería ayudar en los dos frentes y que al ser jesuita, evidentemente, lo destinaron al frente nacional como capellán de la Legión. Pero él, desde allí, llegó a tal saturación que escribió cartas a Franco y a los generales en contra de la matanza indiscriminada de los milicianos. Y ese personaje junto con otros como Herrera Oria trabajaron mucho por que no hubiera guerra, como una tercera vía. Frente a los dos bandos hay una tercera vía que odiaba la guerra.

–Al estilo de Chaves Nogales.

–Exacto, también, que está citado en la novela.

–La personalidad de este jesuita, su intención de ir a ayudar a los heridos a la zona republicana, parece desvelar que no hay que encasillar a toda la sociedad de la época. Un sacerdote muy bien formado, discípulo de Heidegger, un intelectual que quiere bajar al fango y que muere en el campo de batalla ayudando a los heridos.

–Al principio es incluso despreciado por los legionarios porque tenía esa cara típica de intelectual, con sus gafitas y tal, y se reían. Y en poco tiempo se los metió en el bolsillo. Y hoy en día los legionarios se siguen acordando de él y son los que han promovido la reapertura de la causa de beatificación.

–¿Es importante la beatificación?

–Bueno, yo creo que en un momento dado se paró porque no se veía bueno para la reconciliación en España, en la época de la Transición. Y ahora, evidentemente, es una figura de reconciliación. Hay otra vez una lucha en España un poco absurda. No hay ni buenos ni malos, hay hombres, seres humanos débiles que estaban condicionados por muchos problemas como el hambre, la situación económica, problemas políticos… Un clero que no estaba muy formado y una Iglesia que también tuvo parte alícuota en el tema, aunque el Vaticano se retrasó muchísimo en dar su bendición porque no lo veía claro.

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