¿Cómo rimar un sueño en un instante
y componer el verso de una vida,
si el poeta respira por la herida
de poner a su verbo por delante,
y buscar la palabra que le cante
con la secreta voz desconocida?
¿Cómo encontrar la luz al ser debida
que desentrañe el alma del amante?
Solo el vacío de la noche oscura
en soledad y ausencia de ruido
puede engendrar la luz de la hermosura
y hacer que, como flor, ella se abra
sin más ropaje que un leve latido
al milagro sin par de la Palabra.
Pedro Miguel Lamet