Los niños son pedazos de Dios y no lo saben,
van saltando en la lluvia y no se mojan;
el aire besan, sin ser sus propietarios.
Dan regalos sin precio, a solas juegan
y van acompañados de todo el universo.
Los niños aún no saben
qué papel les darán en la comedia;
y cuando miran, te ven directamente
sin careta, te ven como tú eres,
sin sopesar qué vales o qué cobras,
si eres peón, capataz o propietario,
joven o viejo, y el puesto que te han dado
quienes reparten roles de apariencia.
Juegan los niños con tu niño oculto
y solo desde ellos te vives como eres.
Pedro Miguel Lamet