Ha muerto Joaquín Luis Ortega: escritor, historiador y periodista, y, sobre todo, un buen sacerdote

Tenía todas las cualidades para ser obispo. Pero el nuncio le dijo que no lo hacía porque llevaba corbata
Honradez y coherencia en su actitud ante los cambios en Vida Nueva y la violencia verbal de la COPE.
Su pluma era serena, equilibrada y llena de matices, como su propia vida.
Con Joaquín Luis se nos va un componente destacado de aquella generación de sacerdotes escritores y periodistas que como Javierre, Cabodevilla, Martín Delcazo, Bernardino M. Hernando y otros bajaron del púlpito a hablar con la voz de la calle.
10.03.2020 Pedro Miguel Lamet
Tenía todas las papeletas para haber sido obispo: Intelectual, doctor en Historia, piadoso, buena persona, con dotes de mando y pastoreo, y además un talante nada extremista, sino más bien moderado y seguro, aunque netamente posconciliar. Pero resulta que un día el nuncio -creo que Tagliaferri-, le soltó: “¡Ay, si no llevara usted corbata!”. ¡Gran argumento teológico para no ascender a alguien al episcopado!
Por eso Joaquín Luis Ortega, que se ha extinguido hoy como una pavesa de amor a Dios y a los hombres en una residencia sacerdotal de Burgos, será recordado como escritor, historiador y periodista, y, sobre todo, como un buen sacerdote, servidor de la comunidad en cargos de cierta relevancia eclesial.






