El niño duerme, el mar está bravío. Las olas braman, la madre vela sus sueños.
Así mi vida. El mundo que nos rodea se encrespa con noticias inquietantes: guerra, hambre, paro, crisis de valores, inestabilidad mundial, amenazas económicas, miedo al futuro.
Pero Dios padre y madre vela mi sueño.
“Como un niño en los brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí!” (Salmo 131)
Y Él me canta
LA NANA DE LA ETERNIDAD
Duerme mi niño, que la vida es buena,
tu cuna es una barca que yo te mezo
y el viento de este mundo sólo es el beso
que posa en tus mejillas toda la Tierra.






