El alegre cansancio » Francisco: La revolución de la bondad.
byVocación de mar
Anda el cuerpo por la tierra, pasean nuestros pies por la arena, pero nuestra alma tiene vocación de mar. Desde que despertamos a la vida vamos en busca del infinito. Buceamos en una mirada, en un poema, en una canción. Caminamos por el tiempo, la historia, los éxitos y fracasos como queriendo atrapar la ola, pero lo nuestro, lo que permanece es el infinito eterno de un mar que nos llama. Como escribía Alfonsina Storni:
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría…
Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Alfonsina, angustiada por el dolor de la vida, acabó sumergiéndose, suicidándose en el mar.
Olvidó que el mar no está fuera, que puede ser alcanzado cerrando los ojos, que nada ni nadie, si tú quieres, puede arrebatártelo. Ignoraba que lo llevaba dentro.
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