byI.
ORACIÓN DE MARÍA MAGDALENA
AL PIE DE LA CRUZ
Se ha hecho de noche aunque es mediodía
en este monte donde te me mueres,
oh Jesús, amor, sueño y vida mía.
Cómo siento tu sed y dueles en mi carne
donde hienden tus clavos su amargura fría
hasta romper mi alma desde tu abandono
tú que solo bondad y luz nos repartías.
¿No te acuerdas, Jesús, el sol que relucía
en aquella mañana que fui sola a buscarte?
El lago estaba azul y el prado se reía
con una primavera repleta de la gente
que buscaba al pastor con alegría.