Siempre hace buen tiempo

Category Archives: Sin categoría

Villancico del ángel curioso

Queridos lectores y amigos:

Que Jesús nazca de nuevo en lo profundo de vuestros corazones, gracias al silencio, esa cuna secreta sin palabras que hace aparecer la Palabra en nuestro interior como un saboreo de la eternidad sin tiempo e ilumine con la Luz sobre toda luz también en vuestro entorno.

¡Con cariño, feliz Navidad!

Y mi obsequio de cada año: este soneto-villancico con los mejores deseos para ti y todos los tuyos:

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Sabiduría de Viernes Santo

SABIDURÍA DE VIERNES SANTO

Enséñame a morirme cada día
porque sigo enganchado a la creatura
y tengo miedo a esa noche tan oscura
en que deje este mundo y tierra mía.

Tengo miedo al desagarro y a la fría
soledad de quien triste se apresura
a romper con el tiempo que no dura
y a ignorar si le espera la alegría.

Desde tu cruz, enséñame el camino
para vivir muriendo a la apariencia
y amar lo que respira entre las cosas

que así hallaré por ti un sabor divino
y la luz que trasciende toda ciencia
en el secreto oculto de las rosas.

Pedro Miguel Lamet
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Lágrimas de María

VÍSPERAS DE PASIÓN


Bulle Jerusalén de luna llena
y arde el monte con gritos de alegría
ahogando en fiesta su miedo y agonía,
y anhelando una luz de pascua plena.

Sola, bajo mi manto, ando serena
las calles de la noche larga y fría

hundiéndome en el ascua que me guía
desde el fondo del alma y de mi pena.

¿Dónde has ido Jesús? Ya no te veo.
¿Te ocultas de tu madre en el ocaso,
cuando van a arrancarte de mi vida?

¿No será que me escondes el deseo
de que llore en tu cuerpo por si acaso
reluzca aún más con mi dolor tu herida?

Pedro Miguel Lamet
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

“Con esta novela pretendo poner un gramo de reconciliación, de serenidad”

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ en DIARIO DE CÁDIZ

El escritor y jesuita Pedro Miguel Lamet (Cádiz, 1941) revisa en su novela histórica Las trincheras de Dios (Ediciones Mensajero) lo ocurrido en la Guerra Civil partiendo de la figura de Fernando de Huidobro, jesuita como él que murió en el campo de batalla mientas auxiliaba a los heridos y que protestó ante Franco por sus fusilamientos. La obra se presenta el miércoles 9 de noviembre, a las 19.00 horas en la Fundación Cajasol de Cádiz, con la presencia del catedrático Manuel Bustos.

–¿Qué le ha motivado a escribir esta novela histórica sobre la Guerra Civil?

–Es muy claro. En un momento en el que estamos con la revisión histórica de esa época, yo pretendía poner un gramo de reconciliación, de serenidad, en las nuevas trincheras intelectuales que tienen enfrentados a los partidos y con ello también a los españoles; a veces de forma simplista o revanchista. Como dice la protagonista de la novela: “Mi investigación me ha llevado a clarificar algunas ideas; la guerra de España fue la mayor equivocación de nuestra historia, donde todos tenían sus razones, pero en la que al mismo tiempo todos tuvieron su parte alícuota de culpa”. El pueblo fue la mayor víctima de esta catástrofe, y al mismo tiempo se vivió la mayor persecución religiosa de Europa en el siglo XX.

–La figura central elegida es el jesuita Fernando de Huidobro.

–Sí. Su figura histórica es para mí muy importante porque es un hombre que quería ayudar en los dos frentes y que al ser jesuita, evidentemente, lo destinaron al frente nacional como capellán de la Legión. Pero él, desde allí, llegó a tal saturación que escribió cartas a Franco y a los generales en contra de la matanza indiscriminada de los milicianos. Y ese personaje junto con otros como Herrera Oria trabajaron mucho por que no hubiera guerra, como una tercera vía. Frente a los dos bandos hay una tercera vía que odiaba la guerra.

–Al estilo de Chaves Nogales.

–Exacto, también, que está citado en la novela.

–La personalidad de este jesuita, su intención de ir a ayudar a los heridos a la zona republicana, parece desvelar que no hay que encasillar a toda la sociedad de la época. Un sacerdote muy bien formado, discípulo de Heidegger, un intelectual que quiere bajar al fango y que muere en el campo de batalla ayudando a los heridos.

–Al principio es incluso despreciado por los legionarios porque tenía esa cara típica de intelectual, con sus gafitas y tal, y se reían. Y en poco tiempo se los metió en el bolsillo. Y hoy en día los legionarios se siguen acordando de él y son los que han promovido la reapertura de la causa de beatificación.

–¿Es importante la beatificación?

–Bueno, yo creo que en un momento dado se paró porque no se veía bueno para la reconciliación en España, en la época de la Transición. Y ahora, evidentemente, es una figura de reconciliación. Hay otra vez una lucha en España un poco absurda. No hay ni buenos ni malos, hay hombres, seres humanos débiles que estaban condicionados por muchos problemas como el hambre, la situación económica, problemas políticos… Un clero que no estaba muy formado y una Iglesia que también tuvo parte alícuota en el tema, aunque el Vaticano se retrasó muchísimo en dar su bendición porque no lo veía claro.

Continue reading…→
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

El cine y la vida

QUE ES CINE ESTE VIVIR

Sin gafas veo mejor, porque te veo
aún más borroso
y desde dentro enfoco siluetas
de mucho más.

Que es cine este vivir,
sombras de luz, opacas despedidas
y besos inasibles,
como estrellas fugaces
que aparecen,
y solo son quimeras.

Con una diferencia:
cuando salgo, mañana nunca es lunes,
sino la luz completa
que arroja el proyector,
desnudo ya
de celuloide o píxeles dispersos.

La tarde es entonces toda mía
y los besos flotan aún recién vivos
en el aire.
y el final va a ser muy happy,
ya  verás,
pues me percibo de pronto
luz en la luz que vibra
detrás del celuloide,
cuando el aire fresco me despierta
a la salida,
y la calle está húmeda
de la lluvia reciente
hasta sentir tu beso, oh Dios,
sobre esta proyección, sobre esta sombra...

Pedro Miguel Lamet

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Noche infinita de verano

NOCHE INFINITA DE VERANO

Ahora que tibiamente en mi ventana
regresa con la noche del verano
el canto de los grillos y el temprano
susurro de una fuente tan cercana,

escucho desde el mar aquella nana
que acunaba mi sueño tan humano
de navegar contigo y de tu mano
al infinito sol de la mañana.

Han pasado los años y los días,
me he arrimado a este mundo pasajero
de ruido, poder y desconcierto, 

y al besarme la noche del estío
descubro que no voy a ningún puerto
pues soy tu mar, tu sol y tu velero.

Pedro Miguel Lamet
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

Revolución en un vaso de agua

“El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.

En lenguaje popular se puede decir que el evangelio de este domingo “tiene castañas”, y es difícil de comentar. Hay que situarlo en primer lugar en el contexto de una sociedad en que fue redactado. En el hogar romano no imperaba la motivación del amor al construir la familia, sino del poder y la economía. El padre tenía una potestad absoluta sobre la esposa, sobre los hijos y no digamos nada sobre los esclavos y efebos. Hoy no estamos tan lejos, si observamos el materialismo reinante y la obsesión por ganar dinero, el imperio del placer y  prevalecer, como el colocar bien a los hijos por encima de ellos mismos y sus inclinaciones.

Viene Jesús y rompe todos los códigos vigentes. El imperativo de su misión le lleva a abandonar a su familia, y aunque nunca dejó de amar a su madre (Bodas de Caná) se quita de en medio y crea un grupo de seguidores extraídos del pueblo sencillo. pescadores y algún que otro agricultor. En Nazaret lo desprecian, sus parientes le rechazan y predica un reinado de amor gratis donde los pequeños protagonizan su predilección y su mensaje. Las recomendaciones que presentan estas palabras se inscribe en la exhortación que hace a sus apóstoles para realizar la misión.

¿Qué sentido tiene para nosotros hoy? No van sus palabras contra la familia, ni mucho menos, sino contra una concepción raquítica de la familia. Muchas veces hemos predicado una defensa de la familia a ultranza, fomentada por cierto egoísmo. Por ejemplo, los padres que dan una paliza al árbitro, si este penaliza a algún hijo suyo. Las familias que se enfrentan con los profesores porque sus criaturas no pueden tener fallos. Los hogares donde lo más importante es ganar dinero para mejorar en la llamada “sociedad del bienestar”.

Lo que Jesús viene a decir es que a partir de su buena noticia la sangre, el apellido, el confort hogareño no es un absoluto. Desde el momento que eres cristiano tu corazón rompe tabiques para abrazar a todo el mundo.

Familia
Familia

¿Qué significa esa frase enigmática “el que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará”? Es parecida a la de “negarse a sí mismo”. Jesús no está en contra de nuestra realización como personas, sino a favor de una realización más cabal: cambiar el yo pequeño por mi yo auténtico. Cuando me resituo en la vida, cuando me abro a todos, cuando en mi hogar se calientan otros, cuando me trago las lágrimas para que los demás sonrían, recupero la identidad para la que fui creado, conecto con el hontanar de amor que soy en lo profundo.

El texto de Pablo es revelador: “Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva”. Se trata de morir a lo superficial para resucitar en la verdadera vida. La “nada” de San Juan de la Cruz es el paso para el encuentro con el Todo. La “indiferencia” de Ignacio de Loyola en el “Principio y fundamento” no es abulia, es estar por encima de “salud o enfermedad, vida larga o corta” y todo lo demás para descubrir por qué estamos en este mundo que es para amar. Con un salto mortal: incluyendo a los enemigos. ¿No es revolucionario?

Me diréis: Demasiado, muy difícil. Difícil si te empeñas en hacerlo tú a base de voluntarismo, de puños. No tanto si cambias de óptica. Si te dejas habitar del amor que eres, este mundo pasa. Despierta a lo que queda. Vive feliz el viaje, disfruta de todo sin anclarte en nada, ánclate, eso sí, en el infinito que eres por dentro.

Y sobre todo goza de lo pequeño: “El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pobrecillos, sólo porque es mi discípulo, no perderá su paga, os lo aseguro.»    La revolución de un vaso de agua.                                                                                                                                                                                                                                        

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather

No hay dos sin tres: El misterio de la Trinidad

La Trinidad de Andrei Rublevev

“No hay dos sin tres”, dice la gente, desde el sentido común. Del amor de un hombre y una mujer brota un tercer ser humano, el hijo. De la unión de dos ángulos el triángulo. Del negocio de dos emprendedores una empresa. De la relación entre el artista y la materia (palabra, color, sonido, barro o mármol) la obra de arte. La trinidad visible y cotidiana es parte de la estructura de la vida.

                Pero ¿y la invisible? Hablamos del “misterio la Santísima Trinidad”. Peo ¿quién lo ha visto? ¿quién sabe en realidad cómo es Dios? Dios no cabe en nuestra cabeza, por eso decimos que es un misterio.

                La Biblia, eso sí, nos habla de un Dios amor, amor personal porque te ama a ti, amor total, universal, que no excluye a nadie, amor preferencial porque se inclina al débil, amor comunitario porque en sí mismo no está solo, sino que es comunidad, comunicación. El Éxodo lo presenta en la primera lectura como un Dios “compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en clemencia y lealtad” (34,6), precisamente en un momento de infidelidad después del episodio de la adoración al becerro de oro.

                Este Dios acompaña al pueblo en su éxodo hacia la libertad. Luego en Israel se presentará no como en las primitivas religiones (asociado a los fenómenos naturales), ni por la filosofía, encarcelado en la razón humana, por la búsqueda del “primer motor” o la “causa primera”, sino por la Historia. Así aparece en el pensamiento judeo-cristiano, como acontecimiento, hecho salvífico.

                ¿Cuándo aparece en la Iglesia el concepto de Trinidad? Bastante tarde, en el siglo IV, durante el tercer concilio, el de Calcedonia, celebrado en Constantinopla. Se trataba de cuajar teológicamente conceptos que estaban en el texto bíblico. Mientras en el concilio de Nicea se habló de una sola sustancia (hipóstasis), en el de Calcedonia (Constantinopla) se parte de tres “hipóstasis”. Se trataba de defender que nuestra religión no es politeísta, intentado aclarar que Dios es uno solo con tres personas distintas. En realidad, era una forma de meter el misterio de Dios, lo divino, lo trascendente, en moldes y conceptos humanos de “sustancia” y “persona”. De aquí las discusiones bastante absurdas que han complicado la vida a los teólogos durante los siglos. Pasa el tiempo, pasan los moldes culturales, cambia el lenguaje y muchas palabras pierden su significado.

Continue reading…→
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmailby feather